Gildas de Rhuys, Santo

11:24 p.m.

Abad

Martirologio Romano: En la Bretaña Menor (hoy Francia), san Gildas, llamado «Sabio», abad, que escribió sobre la ruina de Bretaña, llorando las calamidades de su pueblo, increpando a la maldad de príncipes y clérigos. Fundó el monasterio de Rhuys, junto al mar, y murió en la isla de Houat (570).
Envuelto en brumas nórdicas, san Gildas es el santo de la Bretaña, Gales, Cornualles e Irlanda, cuando estas tierras que se miran en el misterio constituían el último reducto de la raza celta, arrinconada por sucesivas invasiones, con un baño de cultura latina y mezclando con el cristianismo la fantástica poesía de sus antepasados.

No obstante, aunque de él se cuenten tantos prodigios (como el de navegar sentado en una capa), no pertenece a la leyenda. Su existencia está bien documentda, fue un miembro destacado de la iglesia celto-cristiana en Britania cuyo renombrado conocimiento y estilo literario le hicieron ganarse la designación de Gildas Sapiens (Gildas el Sabio). Fue ordenado sacerdote y en sus escritos muestra su preferencia por el ideal monástico. Fragmentos de cartas escritas por él nos revelan que creó una Regla para la vida monástica, que era más austera que la Regla escrita por su contemporáneo San David, y que establecía las oportunas penitencias por su incumplimiento.

Debió de nacer en el oeste de Inglaterra, quizá se formó en el sur de Gales, durante un tiempo hizo vida eremítica y visitó Irlanda influyendo en el desarrollo de la Iglesia irlandesa. Por fin pasó al continente, a la península armoricana, y allí, en la isla de Houat, cerca de Quiberon, fundó la abadía de Rhuys.

De él conservamos la obra más antigua que se conoce sobre la historia de Inglaterra: "De Excidio Britanniae" o "Sobre la Ruina de Britania", es un sermón que consta de tres partes en el cual Gildas condena los actos de sus contemporáneos, tanto laicos como religiosos. En la primera parte, Gildas narra, de forma breve, la historia de la Britania Romana, desde su conquista hasta los tiempos en los que él vive.

En la segunda parte, que comienza con la aseveración: "Britania tiene reyes que, sin embargo, son tiranos; tiene jueces que, sin embargo, son todos impíos". Gildas narra la vida y acciones de cinco gobernantes contemporáneos: Constantino de Dumnonia; Aurelio Canino; Vortiporio de Demetae -ahora conocido como Dyfed-; Cuneglasus, al parecer de "La Casa del Oso" -puede ser la "Fortaleza del Oso", Dinarth, en Llandrillo-yn-Rhôs, cerca de Llandudno, al norte de Gales-; finalmente, Maglocunus o Maelgwn. Sin excepción, los describe como crueles, codiciosos y que viven en pecado.

La tercera parte comienza con las palabras: "Britania tiene predicadores, siendo todos mentirosos; numerosos pastores, siendo unos desvergonzados; clérigos que son todos astutos saqueadores". Gildas continúa con su "Jeremiad" contra el clero de su época, pero no usa nombres en esta parte y, por lo tanto, no arroja mucha luz sobre la historia de la iglesia cristiana de esta época.

La visión que se presenta en este trabajo sobre una tierra devastada por invasores saqueadores y el desgobierno de funcionarios corruptos, ha sido ampliamente aceptada por los expertos durante siglos, debido a que en ella no sólo cupo la idea aceptada de la invasión, bárbaros que acabaron con la civilización romana dentro de los límites del antiguo imperio, sino porque también explica la difícil cuestión de por qué la antigua Britania fue una de las pocas partes del Imperio romano que no adquirió una Lengua Romance como hicieron Francia y España. Sin embargo, hay que recordar que la intención de Gildas es la de predicar a sus contemporáneos a la manera de un profeta del Antiguo Testamento, y no la dejar constancia de hechos históricos: si bien Gildas hace una de las primeras descripciones del Muro de Adriano, omite los detalles allí donde no contribuyen a su mensaje. No obstante, "De Excidio Britanniae" se trata de uno de los trabajos más importantes no sólo sobre la Edad Media sino de la Historia de Inglaterra, ya que es uno los pocos trabajos escritos en la antigua provincia romana que ha logrado llegar hasta nuestra época.

En "De Excidio Britanniae", Gildas menciona que el año de su nacimiento fue el mismo en el que tuvo lugar la Batalla del Monte Badon, cerca del año 500. Los Annales Cambriae indican que su muerte fue en el año 570, mientras que los Anales de Tigernach, dicen que fue en el 569. Por su expreso deseo, tras su muerte, su cuerpo fue puesto en una barca, que luego fue abandonada en alta mar, ritual muy utilizado por las poblaciones costeras nórdicas. Más la barca fue luego encontrada encallada en la costa de Rhuys, el 11 de mayo siguiente, y el cuerpo fue entonces inhumado en la iglesia del monasterio.

Por el año 919, por temor a las invasiones normandas, los monjes de Rhuys trasladaron el cuerpo de su fundador a Bourg-Dieu, junto a Chateauroux (Indre), en el interior de la Bretaña, donde fue edificada una iglesia en su honor.

La abadía de Rhuys fue reconstruida, a inicios del siglo XI, por san Félix, y llegó a ser el centro de la espiritualidad de toda la región, allí se encuentran las tumbas de numerosos descendientes de los duques de Bretaña, y se mantuvo intacta hasta la Revolución Francesa.

Hoy el monasterio está ocupado por las Hermanas de la Caridad de San Luis, y en el coro románico de la iglesia monacal, que en la actualidad es templo parroquial, se encuentra, tras el altar mayor, la tumba y alguna reliquia del abad san Gildas.

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